sábado, 4 de mayo de 2013

"CON LA ACCIÓN NOS INSERTAMOS EN UN MUNDO EN DONDE YA ESTÁN PRESENTES OTROS" HANNAH ARENDT


HISTORIA DE LA TEORIA POLÍTICA
GEORGE H SABINE

La teoría de la ciudad-estado (polis). 
La mayor parte de los ideales políticos modernos –como por ejemplo, la justicia, la libertad, el régimen constitucional y el respeto al derecho–, o al menos, sus definiciones, comenzaron con la reflexión de los pensadores griegos sobre las instituciones de la polis o ciudad-estado, lugar donde se originaron las primeras teorías políticas.  

En el grado más bajo de la escala social se encontraban los esclavos, pues la esclavitud era una institución universal del mundo antiguo, fundamentada y justificada en que el esclavo es esclavo por naturaleza y no por convención. Acaso la tercera parte de los habitantes de Atenas eran esclavos. 

Los sofistas iniciaron la reacción humanista; Protágoras (485 ac 411 ac) enseñaba que “el hombre es la medida de todas las cosas, de lo que és y de lo que no és”, es decir, el hombre y no los dioses, deben ser el centro de gravedad de nuestros conocimientos y creaciones.

Platón: “La República Platón(427 ac 347 ac)


Discípulo de Sócrates,  la idea de que la virtud es conocimiento, en el sentido de que esto significaba la creencia en que existe objetivamente una vida buena, tanto para los individuos como para los estados, vida que puede ser objeto de estudio y a la que se puede definir mediante procesos intelectuales metódicos, y que por consiguiente es posible practicar de modo inteligente.

 La teoría de Platon es divisible en dos partes o tesis principales: primera, que el gobierno debe ser un arte basado en un conocimiento exacto; y segunda, que la sociedad es una mutua satisfacción de necesidades por personas cuyas capacidades se complementan entre si. Su teoría es en forma de polis ideal.  

La teoría de estado culmina en la concepción de la justicia, que es el vínculo que mantiene unida a una sociedad, una unión armónica de individuos cada uno de los cuales ha encontrado la ocupación de su vida arreglo a su aptitud natural y a su preparación. 

A Platón no le importan las desigualdades de riqueza porque sean injustas en lo que se refiere a los individuos, su finalidad era conseguir el grado máximo posible de unidad dentro del estado, y la propiedad privada era incompatible con esa unidad.

 El plan de Platón establece un sistema de educación obligatoria bajo el control del estado. El plan educativo se divide en dos partes: la educación elemental, que comprende la preparación de los jóvenes hasta la edad de veinte años y culmina en el comienzo del servicio militar, y la educación superior, destinada a aquellas personas selectas de ambos sexos que vayan a ser miembros de las dos clases gobernantes, la cual se extenderá desde los veinte hasta los treinta y cinco años. 

Aristóteles: “La Política”.


 (Estagira 384 ac 322 ac) fue alumno de Platón y maestro de Alejandro Magno, 

 Aristóteles concibe aún la filosofía política como construcción de un estado ideal, siguiendo las líneas ya establecidas especialmente en el Político y  Las Leyes. Continua predominando el interés ético de Platón acerca de que el hombre bueno y el ciudadano bueno son una misma cosa –o en todo caso deben serlo–. debería enseñar el arte de gobernar y organizar los estados, cualesquiera que fuese su forma. 

En consecuencia Aristóteles aceptó  desde un principio el punto de vista de Las Leyes, de que en todo estado bueno el soberano último debe ser la ley y no ninguna persona.

Para Aristóteles, el hombre es el animal político, el único ser que habita en ciudades, que se somete a la ley y produce la ciencia, el arte, la religión y todas las múltiples creaciones de la civilización. Representan estas, la perfección del desarrollo humano, y sólo es posible alcanzarlas en la sociedad civil. Quien viva sin ellas, tiene que ser una bestia o un dios, es decir, tiene que encontrarse por debajo o por encima del plano medio en el que vive la humanidad. 

San Agustín (354-430)


San Agustín fue el pensador cristiano más importante de la época.
Según san Agustín, la distinción entre lo espiritual y lo temporal constituye una parte esencial de la fe cristiana. La combinación en las mismas manos de la autoridad secular y la espiritual es una institución típicamente pagana

A consecuencia de la debilidad humana y para domeñar la arrogancia natural y el orgullo, Cristo decretó la separación de los dos poderes; en consecuencia, Cristo fue el último que pudo haber tenido legítimamente ambos poderes, regio y sacerdotal. Bajo la ley cristiana es ilegítimo que el mismo hombre sea a la vez monarca y sacerdote.

Santo Tomás (1225-1274). Naturaleza y sociedad.

Para Santo Tomás, como toda naturaleza, la sociedad es un sistema de fines y propósitos en lo cual lo inferior sirve a lo superior y lo superior dirige y guía lo inferior. 

Santo Tomás compara la fundación y gobierno de los estados, la planeación de las ciudades, la construcción de castillos, el establecimiento de mercados y el fomento de la educación a la providencia con que Dios crea y gobierna el mundo.

Santo Tomás definió cuatro clases de ley:  ley eterna, ley natural, ley divina y ley humana. 
La ley eterna es prácticamente idéntica a la razón de Dios. 
La ley natural puede describirse como un reflejo de la razón divina en las cosas creadas.
La ley divina es sustancialmente la Revelación y es un don de la gracia de Dios más bien que un descubrimiento de la razón natural. 

Maquiavelo (Florencia 1469-1527)


Nicolás Maquiavelo fue un diplomático, funcionario público, filósofo político y escritor florentino. Fue asimismo una figura relevante del Renacimiento italiano. Sus obras políticas más importantes fueron: El príncipe y los Discursos sobre la primera década de Tito Livio.

En la época en que escribía Maquiavelo, Italia estaba dividida en cinco estados independientes: el reino de Nápoles, el ducado de Milán, la república aristocrática de Venecia, la república de Florencia y los estados pontificios. Maquiavelo consideraba que la Iglesia era especialmente responsable de la desunión de Italia.

Maquiavelo no llega a hacer una teoría psicológica general de la conducta, sin embargo, hace observar a menudo, que los hombres son por lo general, malos y que el gobernante prudente debe basar su política en ese supuesto. Insiste en que el gobierno que quiera tener éxito debe aspirar ante todo a la seguridad, a la propiedad y a la vida, ya que estos son los deseos más universales que hay en la naturaleza humana.

“Sería imposible fundar repúblicas en los países que sólo pueden ser reorganizados con un gobierno monárquico; pues cuando la corrupción del pueblo es tan grande que las leyes son impotentes para contenerla, se hace necesaria la mayor fuerza de una mano real que, con poderes plenos y absolutos, pueda frenar la excesiva ambición y la corrupción de los magnates.”

Thomas Hobbes (Inglaterra 1588-1679).

 La filosofía de Hobbes era un plan encaminado a asimilar la psicología y la política a las ciencias físicas exactas.

Hobbes no se propuso demostrar lo que es en realidad el gobierno, sino lo que tiene que ser para poder controlar con fortuna a unos seres cuya motivación es la de la máquina humana. Lo que hizo fue tomar un nuevo punto de partida cuando llegó a la psicología.

Lo que controla la vida humana no es un fin, sino una causa, en concreto, el mecanismo psicológico del animal humano. La realidad consiste siempre en el movimiento de los cuerpos, que se trasmite por medio de los órganos sensoriales al sistema nervioso central, donde “aparece” como sensación. Hay, dos principios en la naturaleza humana, el deseo y la razón. 

El primero impulsa a los hombres a tomar para sí lo que otros hombres desean, y por ello los pone en mutua contraposición, en tanto que la razón les enseña a “huir de una disolución antinatural“.

El primero impulsa a los hombres a tomar para sí lo que otros hombres desean, y por ello los pone en mutua contraposición, en tanto que la razón les enseña a “huir de una disolución antinatural“.
Sólo puede esperarse razonablemente el cumplimiento de los pactos en el caso de que un gobierno eficaz pueda castigar el incumplimiento.

El deber de la Iglesia es enseñar, pero añade que ninguna enseñanza es legítima a menos que el soberano la autorice. En cualquier sentido importante, la religión se encuentra por completo bajo el dominio del derecho y del gobierno. 

El poder absoluto del soberano –teoría a la que se asocia con mayor generalidad el nombre de Hobbes– era en realidad el complemento necesario de su individualismo.

Montesquieu (Francia 1689-1755).

Para Montesquieu los gobiernos son de tres clases: republicano (fusión de democracia y aristocracia), monárquico y despótico. 
Montesquieu estaba obsesionado por el miedo de que la monarquía absoluta hubiera minado de tal modo la constitución de Francia que la libertad se hubiera hecho imposible para siempre.

Dio fundamento a su arraigada repugnancia hacia el despotismo, y esto le sugirió un procedimiento que acaso permitiera remediar los malos efectos del absolutismo en Francia. Probablemente no es cierto que Montesquieu creyera posible imitar en su país al gobierno inglés, pero ciertamente el famoso libro XI del Espíritu de las leyes, en el que atribuía la libertad de que gozaba Inglaterra a la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y a la existencia de frenos y contrapesos entre esos poderes, establecidas esas doctrinas como dogmas del constitucionalismo liberal.

Montesquieu, como todos los que han utilizado su teoría, no contemplaba en realidad una separación absoluta entre los tres poderes: el legislativo debía reunirse cuando lo convocase el ejecutivo; este conserva un veto sobre la legislación, y el poder legislativo debía ejercer poderes judiciales extraordinarios.

Hegel (Alemania 1770-1831): dialéctica y nacionalismo.

La filosofía de Hegel pretendía ser nada menos que una reconstrucción total del pensamiento moderno.

 Los problemas y las ideas políticas constituían en ella un factor importante, pero sólo secundario, en comparación con la religión y la metafísica.  

Hegel quería ofrecer una más amplia concepción de la razón que cubriera  o que incluyera lo que había sido separado por la crítica (análisis) de Hume y Kant, y el centro de su sistema fue una nueva lógica tendiente a sistematizar un nuevo método intelectual, la dialéctica (ley lógica, que no empírica). Su virtud, sostenía, residía en su capacidad para demostrar una relación lógica necesaria entre el campo de los hechos y el campo de los valores.

 El principal interés del joven Hegel no era tanto la política cuanto la religión.

 Se formó muy pronto la convicción de que la civilización occidental es el producto que dos grandes fuerzas, la libre inteligencia de Grecia y la visión moral más profunda y religiosa, tal como él la concebía, el cristianismo. Identificó el particularismo alemán con un amor anárquico por la “libertad”, que según Hegel, se concibe erróneamente como una falta de disciplina y autoridad, y que para él, se encuentra sólo en los límites de un estado nacional.

 Una nación encuentra libertad, pues, liberándose de la anarquía feudal y creando un gobierno nacional.

 La libertad, tal como lo entendía Hegel, no tenía nada que ver con el individualismo del pensamiento político inglés y francés, sino que era más bien una cualidad reflejada en el individuo por la facultad nacional de autodeterminación.

Hegel en 1802 ponía sus esperanzas acerca de la unificación y modernización de Alemania en la aparición de un gran líder militar, aunque consideraba esencial que ese líder aceptara voluntariamente las limitaciones constitucionales y se identificara con la unidad nacional alemana como causa moral. 

GLORIA ESPERANZA RUEDA ACOSTA
PENSAMIENTO POLÍTICO CONTEMPORÁNEO 
UNIMETA
VILLAVICENCIO

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